Cruzando el país en lancha, tuk tuk y autobuses, me doy cuenta de que estoy entrando a un país muy pobre con gente que guarda sus riquezas en el corazón, las grandes ciudades en realidad podrían ser la provincia de cualquier otro lugar del mundo. Esta es mi experiencia en Camboya.
Su gente es amable, siempre sonriente, agradecida y buscarán en ti a un amigo, es normal que te sientas un poco raro por eso.
– La capital es Phnom Penh, un lugar caótico, de grandes contrastes, en desarrollo y con historias de todo tipo, aunque pareciera un lugar peligroso no lo es, sin embargo, debes usar tu sentido común y confiar en él.
– El transporte público es limitado, no existen líneas de metro, hay pocas rutas en la ciudad y lo común es el uso de tuk tuk, de hecho UBER no existe y en vez de eso se usa el GRAB, es lo mismo pero con tuk tuk.
– El clima es impredecible, puede llover, y ¡llueve fuerte! Pero el calor no cesa, ve prevenido para diferentes climas.
– Los autos, motos y tuk tuk son los dueños de las calles, ser peatón es muy incómodo, las banquetas están invadidas de todo y caminarás por donde los autos circulan. Ten precaución.
– Es una ciudad con poco turismo americano, la mayoría de sus visitantes son asiáticos.
– La monarquía está presente en las calles y como es costumbre, los edificios monárquicos parecen que no están en un país con tantas carencias.
– La comida en general (cuestión de gustos) no me desagradó, pero creo que es insípida. Aunque el calor es impresionante te dan sopas muy calientes incluso para el desayuno.
– Encontrar gente que hable español es casi imposible, el inglés lo hablan en la zona turística o en hoteles, en los establecimientos no tendrás problema para comunicarte.
– Hay muchísimos edificios de bonitos diseños en construcción, pero cuando caminas por las calles realmente resulta difícil entender quien financia todo eso y quien lo compra.
– Es un país donde no gastarás mucho, su moneda está muy devaluada, usan Riales y con 4 mil de ellos haces un dólar estadounidense.
– Los sonidos de sus palabras son muy agudos e indescifrables, su escritura complicada, lo bueno es que las calles están numeradas pensando en los turistas que no sabemos leer su escritura ni pronunciar sus nombres.
Camboya es un lugar en desarrollo, sus provincias son pobres y es mejor que lleves o consumas agua embotellada, debes ir con disposición para asombrarte de los detalles que la enriquecen, como atardeceres, sabores, aromas, o actividades porque además de sus museos que te dan un shock emocional al conocer su historia sangrienta, no hay mucho que ver, vale la pena visitarlo pero puedes dedicar pocos días.
Te comparto este video de la capital del país, en él te cuento como está la onda para ubicarte en sus calles, un poco sobre sus deidades y lo increíble de su talento manual.